lunes, 27 de mayo de 2019

Imperiosa renovación del sistema educativo nacional

Por Francisco Rangel Cáceres

Anteriormente los cambios sociales, económicos y políticos se presentaban en forma paulatina, pero debido a los avances tecnológicos que actualmente vivimos en la era digital ya no será así, hoy los cambios irrumpen simultáneamente en diferentes sectores transformando drásticamente los modelos de negocio, la forma de comportarnos, de convivir, así como la manera trabajar. 

Rapidez del cambio tecnológico

Lo común en nuestra generación, era que los cambios siempre se manifestaban de forma lineal, hoy el nuevo paradigma es que los cambios son exponenciales. Por esta razón, se entiende que la continua y constante automatización de los procesos, llevará a la desaparición de muchos puestos de trabajo en las organizaciones, no solo puestos operativos, sino también administrativos, ya que, entre otros, la tecnología busca resolver los problemas organizacionales, hacer más oportuna y asertiva la toma de decisiones, con la mínima intervención humana.

Diversos estudios hacen incapie en la naturaleza disruptiva de los cambios tecnológicos y destacan la gran diversidad de su potencial de destrucción de los empleos (OIT, 2017). Las evaluaciones de la magnitud de las perturbaciones en el mercado laboral varían ampliamente, y oscilan entre menos del 10 por ciento de todos los puestos de trabajo y un máximo del 60 por ciento. 

Empleos en peligro

De acuerdo con el estudio de McKinsey Global Institute, el 52% de los trabajos en México son susceptibles de ser remplazados por robots, esto representa 25.5 millones de plazas, siendo nuestro país el noveno lugar mundial entre las naciones más expuestas al trabajo autómata. Los sectores con el mayor riesgo de ser automatizados son el comercio minorista, con 5.5 millones de empleos; le sigue la manufactura, con 4.9 millones; el sector agropecuario, con 4.7 millones; el alojamiento y los servicios de alimentación con 4.7 millones, y la construcción, con 1.6 millones de empleos los cuales están en peligro de ser sustituidos por máquinas.

Adicionalmente, (Oxford Insights, C Minds y British Embassy Mexico City, 2018) en las conclusiones de su informe resalta que nuestro país tendrá una afectación de 9.8 millones de empleos por la inteligencia artificial y la automatización de procesos en las próximas dos décadas. 

Independientemente de las variaciones en los resultados de los estudios antes mencionados, la conclusión es determinante, en mayor o menor grado habrá afectaciones importantes en el mercado laboral por el uso de las nuevas tecnologías y, los robots, así como los sistemas automatizados se quedarán con las tareas repetitivas, no con los empleos. Esta realidad nos invita a la acción, a ser proactivos y anticiparnos a los escenarios futuros impulsados por dichas tecnologías en los sectores publico, privado y social.

Para muchos lectores, lo antes expuesto es una utopía, para otros parece ciencia ficción, y hay quienes creen que se está exagerando, pero sólo muy pocos reconocen la inminente disrupción que se manifestará en nuestro país los próximos años. 

No obstante, el impacto de la tecnología ya se está percibiendo en el mercado laboral de nuestro país, solo por citar algunos ejemplos; con base en cifras de la Association for Advancing Automation, actualmente México ocupa el cuarto lugar mundial en la importación de robots, tan solo en el año 2017 se vendieron 6,334 unidades, y la proyección de ventas para los próximos años es hacia el alza. 

De igual modo, a finales de 2018, Bancomer informó que alrededor de 1,000 plazas de ejecutivos bancarios serían desplazadas debido a la implementación de nuevas tecnologías digitales como los cajeros multiusos y las aplicaciones de celulares, aunque mencionan que no tienen previsto que la planta laboral disminuya, sino que continuará aumentando, pero con otros perfiles acordes a los objetivos que tiene actualmente la institución bancaria. 

En el sector turístico, también la tecnología lo está convulsionando, durante el año 2017, el 4.8% de los extranjeros que visitaron a nuestro país lo hicieron a través de la plataforma Airb&b, situación que pone en alerta a este sector. 

Desarrollo de la inteligencia artificial y el internet de las cosas 

Todo indica que la inteligencia artificial y el Internet formarán una mancuerna que se enlazará al internet de las cosas creando un vinculo tan fuerte que serán complementos inseparables de la industria 4.0, provocando una transformación vertiginosa en las formas en que la sociedad produzca, distribuya y consuma bienes y servicios, como nunca se había experimentado. 

Motivo por el cual, lo que ha venido realizando la sociedad en todos los ámbitos de la vida, deberá adaptarse a la nueva realidad; los conocimientos, habilidades y destrezas también habrán de renovarse con la finalidad de ser competitivos en este nuevo paradigma.

Aun y cuando somos la décimoquinta economía del mundo (Baco Mundial, 2019), los desafíos que encara nuestro país son enormes: la productividad de las pequeñas y medianas empresas (pymes), así como, la productividad laboral son especialmente bajas, y existen amplias brechas de productividad en todos los sectores; además, persiste el grave problema de la corrupción, la falta de transparencia y, la carencia de una visión nacional con un horizonte de largo plazo, incluyendo el fuerte arraigo popular de una cultura del mínimo esfuerzo, quizá fortalecida por los programas paternalistas y asistencialistas que por décadas se han promovido. 

Retos del sistema educativo nacional 

También en materia educativa dejamos mucho que desear, los niveles de logro educativo están entre los más bajos, con puntuaciones en el Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes oPISA (por sus siglas en inglés: Programme for International Student Assessment) situadas entre las peores de los países miembro de la OCDE; así mismo, la educación superior no responde con pertinencia a las necesidades cambiantes de la industria 4.0.

Desde la presentación del informe de Klaus Schwab en el Foro Económico Mundial en Davos 2016, sobre la Cuarta Revolución Industrial, los líderes del mundo han identificado diversos desafíos estratégicos y han estado trabajando para encarar con éxito esta nueva realidad. 

En los países emergentes como el nuestro, con la finalidad de aprovechar al máximo dichas transformaciones y que la sociedad se vea beneficiada, se debe implementar una estrategia educativa nacional con visión de futuro, articulada a las necesidades de desarrollo social, cultural y económico de las 32 entidades del país; establecer acciones claras que permitan preparar a los estudiantes, trabajadores y directivos para que gestionen y dirijan el cambio; desarrollar y fortalecer sus habilidades sociales (soft skills), técnicas y digitales; promover la creatividad, la innovación y el emprendimiento; la capacidad de auto-aprendizaje, renovar en forma permanente las competencias propias de la ciudadanía.

Es importante resaltar que las nuevas tecnologías, no son en sí mismas la amenaza, siempre y cuando los ciudadanos posean las competencias técnicas, profesionales y disciplinares específicas, así como las competencias transversales que les cualifiquen para adaptarse y sean protagonistas en esta época de cambio.

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viernes, 6 de abril de 2018

El pensamiento estadístico como habilidad directiva




Banderas al viento.
Por Francisco Rangel Cáceres

“El pensamiento estadístico será tan necesario para ser un ciudadano
 eficiente como la habilidad para leer y escribir"
-H. G. Wells 

La capacidad de decidir es una habilidad innata del ser humano, la cual a corta edad pone en práctica para hacer enfrente a un sin fin de disyuntivas y resolver diferentes situaciones a lo largo de la vida en diversos contextos: a nivel, familiar, personal, sentimental y laboral. Elegir entre varias alternativas posibles para realizar una buena decisión, el directivo debe considerar entre otros aspectos, darse el tiempo necesario para elegir con inteligencia, la disponibilidad de los recursos con los que cuenta y la expectativa de los resultados que se desean obtener, por lo que, entre más elementos se consideren durante el análisis el resultado estará más cerca del valor esperado, y por consiguiente, las consecuencias o riesgos que pudiesen presentarse durante la adopción serán más susceptibles de ser controladas.

Lo que no se puede medir no se puede mejorar

En múltiples entrevistas con administradores y directivos de varias organizaciones resalta un común denominador en los resultados de los diagnósticos que he realizado, esto es: la falta de análisis de la información para la toma de decisiones. Llama la atención, que independientemente del giro de la organización y el grado de madurez de los directivos, invariablemente éste comportamiento está presente en la cultura organizacional, por lo que la mejora continua en la empresa se ve afectada negativamente por esta omisión.

Es bien sabido que es muy complicado administrar lo que no se puede medir, además lo que no se puede medir no se puede mejorar, esto implica una seria desventaja para los procesos de mejora, ya que lo que no se mejora, tarde o temprano se degrada. Por lo que, es imprescindible establecer un sistema bien estructurado para el manejo de datos que permitan ser transformados en información y faciliten su interpretación para la toma de decisiones.

La toma de decisiones en condiciones de incertidumbre

En la mayoría de los casos que he observado en las organizaciones, entre otros elementos, si existe normatividad para la recolección de datos, también procedimientos que establecen con claridad qué información se debe procesar para su análisis, así como las acciones que se deben realizar en aquellos casos que se encuentran fuera de norma, o que están afectando al proceso, solo por mencionar algunos de ellos. No obstante, tres de cada cuatro casos, cumple con la recolección de datos, pero no con el análisis de la información, tampoco utilizan herramientas estadísticas para el análisis de estos y facilitar la toma decisiones.

La mayoría de los sucesos, ya sean de origen natural o provocados por la actividad humana presentan variabilidad, por lo que, resolver problemas y tomar decisiones es parte fundamental de la función directiva y el liderazgo, sin duda, dos de las tareas más complejas del ejercicio profesional en cualquier tipo de organización. La mayoría de las ocasiones la atención de los problemas se llevan a cabo con base en la experiencia previa, con un comportamiento reactivo y no con un enfoque preventivo de los problemas, por lo que el carácter informal de esta realidad no garantiza la efectividad de las decisiones implementadas. La estadística es la ciencia que permite a los administradores tomar decisiones en condiciones de variabilidad o de incertidumbre.

W. Edwards Deming, un pionero en métodos estadísticos para el control de calidad, señaló que en Japón, las estadísticas para administradores de empresa tiene una importancia relevante. De acuerdo a esto, quienes más han avanzado han sido aquellos para quienes el uso de la estadística se ha convertido en una herramienta básica y fundamental.

La importancia de la estadística en la toma de decisiones

Con base en mi experiencia, las tres causas principales por las cuales los directivos fracasan en la solución de problemas son: a) porque no disponen del tiempo suficiente para resolverlos; b) por la falta de preparación en el uso de métodos cuantitativos para la mejora; y c) por la carencia de una actitud y consciencia orientada a fomentar la mejora continua.

Por lo tanto, para garantizar el éxito del proceso administrativo es de vital importancia para los directivos desarrollar el pensamiento estadístico, es decir fortalecer sus habilidades directivas con base en el uso de métodos cuantitativos, así como, establecer un sistema de medición para el tratamiento de datos, donde éstos se conviertan en información útil para la toma de decisiones, para planear, administrar y controlar, así como la mejora continua de la organización.

Concluyo con la frase de William Thomson Kelvin que resume uno de los pilares de los sistemas de gestión: Lo que no se define no se puede medir. Lo que no se mide, no se puede mejorar. Lo que no se mejora, se degrada siempre.